Yo antes era una de esas personas a las que no les gustaba la Navidad. No porque fuera una Scrooge, sino porque me parecían fechas tristes, llenas de recuerdos y nostalgia. Sin embargo, con los años, aunque no me he convertido en Rudolph, intento disfrutar de estos días por lo que son. Días de juntarse con gente a la que quieres e intentar salir con vida de esos momentos familiares.
Lo mejor de estos días ha sido para mí:
– Cenar con mis amigas tomando piñas coladas, al estilo SYC.
– Los paseos navideños por una ciudad repleta de gente
– Recibir una única felicitación en el móvil de alguien que está lejos de veras.
– Mi primera cesta de Navidad, realizada por mi hermana en uno de los pocos años en los que en estas fechas no tengo trabajo, y encima, ¡vegetariana!
Seguro que ha habido miles de cosas preciosas, perfectas y memorables, pero yo me quedo con estas, que son suficientes para hacerme sonreír.