Las épocas de introversión y reflexión no casan con las tecnologías de la confesión. Con esto quiero decir que aunque parezca a disculpa, este tiempo he estado en un lugar mejor en el que creo que seguiré hasta que el cuerpo aguante.
Sin embargo, y porque no soporto descuidar así un lugar que es míoysólomío, quiero compartir algunas de las reflexiones que he masticado en mi tiempo de retiro. Se admiten sugerencias, of course.
- La gente te trata como tú dejas que te trate.
- Hay que alegrarse siempre de las alegrías ajenas. Aunque no las entiendas. Aunque te hagan pensar en tus carencias.
- Atormentarse no es la solución. Hablar es más efectivo (casi siempre).
- Todos los hombres se identifican con Hank Moody, Don Draper y Batman, pero la mayoría poco tienen que ver.
- A veces hay que cerrar ciertas puertas. Aunque duela.